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23.8.20

ATROPELLO AL PUEBLO MAPUCHE




En Chile existen asesinos de Lesa Humanidad gozando de libertad  y respeto social V/s hermanos mapuches al borde del exterminio por mas que sus lideres luchen son encarcelados en la moyoria de las veces con falsos testimonios.

¿Quién es Celestino Córdova? Las claves en la historia del machi en huelga de hambre.
Más de 100 días de huelga de hambre, y la decisión de continuar hasta el final, lograron que la situación del machi Celestino Córdova se tomara el debate político en Chile. La autoridad mapuche anunció que este lunes dejaría de ingerir agua si no recibe respuesta satisfactoria a su demanda, lo que podría tener consecuencias fatales.


El único condenado por el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay exige se le permita cumplir seis meses de su condena de 18 años de cárcel junto a su rehue, es decir, arresto domiciliario durante la pademia. Una petición que ya fue rechazada por la Corte Suprema y que el Gobierno asegura no puede cumplir.

¿Qué sabemos de Celestino Córdova? Repasamos los hitos más importantes que rodean a este ya emblemático nombre en el conflicto Estado-Mapuche.
Machi y weichafe de un territorio “en resistencia”Machi y weichafe de un territorio “en resistencia”

Celestino Cerafín Córdova Tránsito (34 años) ha sido descrito como “machi weichafe, peñi y tambien, autoridad ancestral del pueblo mapuche”. Según cercanos, su condición de machi fue desarrollada a muy temprana edad. Su estatus fue validado en distintas declaraciones y comunicados firmados, no solo por su comunidad, sino también por comunidades de zonas emblemáticas como Ercilla y la Provincia de Arauco.
 Y es que el machi proviene de una zona con historia: el “Lof Yeupeko”, en Padre Las Casas, el mismo que por largos años ha mantenido un conflicto de tierras con la familia Luchsinger. Las comunidades de ese sector -por un tiempo- fueron parte importante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), antes de producirse un quiebre en esa organización.
Matías Catrileo

    Fue en la misma zona, y en el contexto de una ocupación de un fundo de la familia Luchsinger, donde el 3 de enero de 2008 Carabineros dio muerte al joven estudiante Matías Catrileo. Caso emblemático que cada año ha sido recordado con manifestaciones y ataques incendiarios.

En ese mismo contexto -según los antecedentes policiales- es que la madrugada del 4 de enero de 2013 un grupo de desconocidos procedía a incendiar la casa patronal de los agricultores Werner Luchsinger y Vivianne Mackay. Hubo un intercambio de disparos y los cuerpos del matrimonio fueron encontrados calcinados entre los escombros.

A escasos minutos del ataque, en las inmediaciones Carabineros encontró a Celestino Córdova, herido de bala.
Una condena que a nadie dejó conforme

A más de un año de los hechos, el machi enfrentaba el juicio oral como único imputado por el crimen, luego que se descartaran otros 11 detenidos por inconsistencias en las pruebas. Si bien la Fiscalía solicitaba presidio perpetuo calificado por doble homicidio y otros 36 años por incendio terrorista, finalmente Córdova fue condenado a 18 años de presidio efectivo por incendio con resultado de muerte.

Los voceros del machi denunciaron que no hubo un juicio justo y se trató de “una condena política”. En tanto, el abogado defensor, Pablo Ortega, insistía en la inocencia, porque “no fue condenado por ser autor material de los hechos, sino por ser, eventualmente, una persona que cooperó de alguna manera o que conoce quiénes estaban en ese momento”.

Del otro lado, el entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, manifestó disconformidad al señalar que “el tribunal tenía los instrumentos para aplicar una pena superior”.


Reiteradas huelga de hambre
A tres meses de ser condenado, Córdova inició su primera huelga de hambre en la cárcel de Temuco solicitando ser trasladado a un centro penitenciario de estudio y trabajo. Se extendió por poco más de dos semanas. Luego, en enero de 2018 y en julio del mismo año, protagonizó otras dos huelgas exigiendo se le permitiera visitar su rehue por 48 horas, petición a la que finalmente accedió el Ministerio de Justicia en ese entonces.

  El pueblo mapuche es uno de los pueblo originarios más notorios del país, tanto por su peso social y demográfico como por su fuerte sentido de identidad cultural, que ha encontrado históricamente formas de resistencia y de adaptación a la dinámica del contacto fronterizo con españoles y chilenos.

    Asentados históricamente entre los ríos Itata y Toltén, en la zona centro-sur del país, y emparentados lingüísticamente con sus vecinos picunches y huilliches, los mapuches presentaron una encarnizada resistencia a la dominación española durante todo el siglo XVI, hasta el punto de expulsar definitivamente a los castellanos de su territorio, luego de la gran rebelión que duró desde 1598 a 1602. La Guerra de Arauco se prolongó toda la primera mitad del siglo XVII, decayendo luego de la última gran rebelión mapuche de 1656, fecha desde la cual las relaciones fronterizas se distendieron y se produjeron importantes transformaciones sociales en la familia mapuche, fruto de su expansión a las pampas argentinas y la intensificación del comercio entre éstos y los criollos. Los mapuches debieron resistir durante todo el siglo XIX la intensa presión de las nuevas repúblicas de Chile y Argentina, que a través de respectivas campañas militares ocuparon la región. La integración de la Araucanía al territorio chileno en 1882, provocó el derrumbe de toda una sociedad que había encontrado la manera de adaptarse a siglos de lucha y contacto fronterizo. Los mapuches fueron confinados en territorios delimitados por el Estado, cerrándose el tránsito entre Chile y las pampas argentinas y obligándolos de esta manera a convertirse en un pueblo campesino y a habitar tierras de mala calidad entre la zona costera y la precordillera andina. La conformación de grandes latifundios a partir del remate de llamadas "tierras baldías", por parte del Estado, agravó la situación, creando una estructura agraria fuertemente desigual, a la vez que se sumaron, durante la primera mitad del siglo XX, las exacciones y estafas a comunidades mapuches, que vieron mermadas gran parte de sus tierras. El crecimiento demográfico y la contracción de las tierras comunales, dio inicio a una intensa corriente de migración campo-ciudad, lo que ha llevado a que hoy más de la mitad de los mapuches chilenos vivan en las ciudades.

Esta etnia fue descrita por cronistas laicos y eclesiásticos en el período colonial, sin embargo, fue a fines del siglo XIX cuando se realizaron los primeros estudios de carácter científico sobre esta etnia. El lingüista alemán Rodolfo Lenz y el sacerdote capuchino Félix José de Augusta estudiaron su idioma, el mapudungun, del cual De Augusta redactó su primera gramática moderna en 1903. Tomás Guevara y Ricardo Eduardo Latcham, por su parte, redactaron los primeros trabajos etnográficos sobre la etnia, utilizando informantes indígenas y observaciones de campo, así como algunos descubrimientos arqueológicos y los datos proporcionados por cronistas españoles. Desde una perspectiva mapuche se sitúan los trabajos de Manuel Manquilef y la autobiografía del lonko Pascual Coña, que relató oralmente un anciano cacique mapuche al misionero capuchino Ernesto Wilhem de Moesbach.

Los estudios descriptivos de Latcham, Guevara, Augusta y Lenz fueron hechos sobre la base de la realidad mapuche anterior al confinamiento en reducciones, por lo que proporcionan un valioso material histórico y etnográfico sobre la transición entre una sociedad ganadera a una campesina, sometida y clausurada geográficamente.

A mediados del siglo XX, se iniciaron los primeros estudios de campo entre las comunidades mapuches que aplicaron metodologías etnográficas modernas: de esta modalidad destacan los trabajos de Misha Titiev y Louis Faron. En la actualidad, los estudios fronterizos y etnohistóricos han entregado nuevas interpretaciones de la realidad mapuche, sobre la base de una lectura más profunda de las fuentes históricas y nuevos datos etnográficos.