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29.8.17

Indolencia Humana

              Dicen que la venida de Cristo fue un sin sentido, fue una muerte sin destino, un apasionado idealista que la insensibilidad humana hizo trizas, tanto al gran maestro como a sus apóstoles y seguidores incluso hasta el día de hoy, donde los inocentes ilusos  son víctima del enemigo que está al interior de los templos.



Se entiende por insensibilidad a la capacidad que una persona o animal puede tener a no sentir determinadas sensaciones físicas o emocionales. La insensibilidad también puede ser entendida como la falta de capacidad para sentir. El concepto de insensibilidad tiene dos posibles espacios de utilización: en primer lugar, está el espacio o el ámbito físico y orgánico que supone que una persona puede realizar ciertas acciones o recibir ciertas lesiones sin sentir dolor como el resto de las personas (como por ejemplo profetas, apóstoles y mártires Cristianos). El segundo espacio o ámbito de utilización de este término es el del mundo emocional. Así, una persona emocionalmente insensible es una persona que no se sensibiliza o que no siente nada ante determinadas circunstancias como el sufrimiento del otro, el peligro, el miedo.Talvez el miedo hace que los grupos se cohesionen frente a la indolencia y pasan a ser jaurías humanas triturando sin saber porqué, sinó por que todos lo hacen y se tiene miedo a ser disidente.


      Se podría decir que es mucho más común en la actualidad ser insensible ante el dolor ajeno o el sufrimiento: la falta o la discapacidad para ser sensible a diferentes sensaciones emocionales que pueden conmover, traumar, preocupar, asustar, tener fe en algo o incluso alegrar a una persona. Las personas que sufren de insensibilidad emocional son personas que actúan de manera excesivamente racional y que no dejan que la estructura de las sensaciones se cole en sus actividades, se puede estar en el campo de batalla (que no debiera existir este campo de batalla)Y ser sensible ante el dolor, por último, tener compasión del enemigo caído, no humillarle más que lo que ya está.

La insensibilidad social es también un fenómeno muy común de nuestros días y tiene que ver con el desprecio o la indiferencia que sufren algunas personas en situaciones carenciales de parte de personas que no están en la misma condición y que por tanto no se sensibilizan por su sufrimiento, dolor o angustia. Fenómenos tales como la pobreza, la miseria, las adicciones, la falta de creencia en un porvenir y muchas otras son todas situaciones complejas que implican siempre cierto nivel de insensibilidad social, de otro modo no existirían si la población en conjunto se ocupara de erradicarlas.

  Este desorden, a pesar de las apariencias, sigue siempre la misma dinámica: el ego no está dispuesto a ponerse en peligro y tan pronto como existe la posibilidad de amar, o un sentimiento donde se deba implicar, la persona se siente en peligro. Las reacciones son diferentes: unos se encierran en sí mismos, mientras otros reaccionan con ira o con frialdad absoluta